Hace dos días se celebró el Día Universal del Niño y en unos días se celebrará el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y os preguntaréis porque comienzo este post en un blog de marketing sostenible haciendo alusión a estas dos fechas. La respuesta es sencilla, no es posible la sostenibilidad sin un presente y un futuro de igualdad, donde no exista violencia contra niñas y mujeres.
Me he guardado para este post dos noticias que se publicaban hace poco, la primera habla sobre un estudio que analiza los estereotipos de género en niñas y niños de 10 años. El segundo publicado un poco después, nos alerta de que 1 de cada 4 jóvenes ve como algo normal la violencia en la pareja.
Parece que en demasiadas ocasiones pasamos por alto que los estereotipos, algunos muy sutiles o demasiados naturalizados como para percibirlos como algún tipo de amenaza, están en todos los sistemas de nuestra sociedad, también es así en ámbitos como la educación y nos afectan a todas las personas, independientemente de la edad, sin embargo pasa que, en la infancia y en la adolescencia causan impactos que van a determinar cómo estas personas crecen y desarrollan su visión del mundo en una u otra dirección.
El primer estudio al que hacía referencia, Global Early Adolescent Study, elaborado en 15 países por la Organización Mundial de la Salud y la Universidad de John Hopkins, concluye que no son las diferencias socio- económicas sino una educación discriminatoria la que determina que los y las menores y adolescentes tomen como propios ciertos estereotipos discriminatorios.
Estereotipos como que las niñas son más frágiles mientras que ellos son más fuertes o que en estos años el mundo se abre lleno de más posibilidades para los chicos, que son identificados desde muy pronto como poseedores del espacio y de la libertad mientras que ellas son alienadas en los espacios privados y alertadas de los peligros de abandonarlos.
A la vez, el segundo estudio al que hacíamos referencia al comienzo, publicado por la FAD, llega a afirmar que el 20% de los encuestados/as con edades entre los 15 y los 19 años considera la violencia machista como un tema politizado que se exagera mucho. Sin embargo, no son los únicos resultados del estudio, si bien sí son los más alarmantes hay otros que apuntan a que las personas jóvenes están tomando conciencia contra la violencia.
El hecho es que la perpetuación de los roles desiguales generación tras generación, la coacción de las libertades individuales y la sumisión de un sexo sobre otro conllevan consecuencias en las diferentes etapas de la vida de una mujer, sufriendo desde la infancia hasta la vida adulta diferentes tipos de violencia, algunas más visibles y reconocibles, otras silenciosas pero todas por igual dañinas.
Hay personas que no entienden la demandas del feminismo y que están más que convencidas de que la igualdad es real. Hasta que esta falsa percepción cambie, hasta que la violencia contra las mujeres y niñas no sea erradicada, las marcas tenemos una gran responsabilidad en el conjunto de la sociedad para visibilizar las amenazas, sensibilizar para afrontarlas y educar hacia un mundo mejor y más justo.
Cristina Sanabria Lagar: Soy una cuidadosa y sensible investigadora de la comunicación responsable, social y ética; de la publicidad y el marketing sostenible. Lidero un proyecto en el que defendemos una forma de trabajo que no sólo puede hacer del mundo un lugar mejor, sino también ayudará a diferenciar a tu empresa y elevar su valor.
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