Definir la curva de demanda de un producto es esencial para entender cómo varía la cantidad demandada frente a cambios en precios, usos, costumbre o crisis. Esta curva permite a las empresas ajustar sus estrategias de marketing y maximizar beneficios.
Actualmente, estamos trabajando con una marca que nos pidió su opinión sobre el equipo que supervisaba una de las funciones principales de su empresa. Los sueldos de estos trabajadores estaban creciendo por la antigüedad alcanzada. Sin embargo, el crecimiento de la empresa se había estancado y, en consecuencia, los ingresos y los beneficios estaban disminuyendo, ya que los costes del equipo habían aumentado considerablemente.
¿Esperaba el jefe de departamento que el director general hiciera la vista gorda a pagar más por menos en una época de crisis? ¿Qué cliente de cualquier producto o servicio se alegra de pagar más por menos? Aunque hay varias explicaciones posibles de por qué el líder ignoró el problema, habría sido mucho mejor dirigirse al CEO de forma proactiva con opciones para rectificar la situación.
Cualquier organización hemos experimentado una parálisis temporal cuando nos encontramos con malas noticias o realidades desafiantes. Nos resulta difícil afrontar una nueva realidad. Pero lo cierto es que los mercados tienen subidas y bajadas, y los líderes deben afrontar cada momento con la decisión y las acciones necesarias para asegurarse el mejor futuro para su marca y su negocio.
Los líderes no pueden bajo ningún concepto pasar por alto las señales de advertencia dentro de sus equipos o del entorno, esperando un cambio espontáneo, o asumir que otros no reconocerán problemas claros. Deben ser productivos y calcular la demanda.
Adelantarse al comportamiento de la curva de demanda de un producto o servicio es crucial para evitar problemas que puedan afectar negativamente a la empresa. Entender y prever cómo evolucionarán las necesidades y preferencias del consumidor permite a las empresas ajustar su producción, gestión de inventarios y estrategias de marketing de manera eficiente. Esto no solo ayuda a evitar el exceso o la falta de stock, sino que también optimiza el uso de recursos y mejora la satisfacción del cliente. Anticiparse a la demanda permite a la empresa mantener una ventaja competitiva, adaptarse rápidamente a cambios en el mercado y asegurar su sostenibilidad a largo plazo.
10 claves para entender y definir la curva de la demanda
Análisis de Datos. En la época de la Data, utiliza herramientas de análisis de datos para identificar tendencias de consumo y patrones de comportamiento del cliente. Esto te permitirá hacer predicciones más precisas.
Regulaciones gubernamentales. Los gobiernos regularizarán productos y servicios, pondrán aranceles o fomentarán el uso de ciertos productos en lugar de otros. Estad atentos a los globos sondas que lanzan para prepararse para las futuras acciones.
Seguimiento de Competencia. Observa y analiza las estrategias y movimientos de tus competidores. Esto te puede dar pistas sobre cambios en la demanda del mercado.
Feedback del Cliente. Escucha activamente a tus clientes a través de encuestas, redes sociales y servicio al cliente. Sus opiniones y sugerencias pueden señalar cambios en sus expectativas.
Tecnología Predictiva. Implementa tecnologías de inteligencia artificial y machine learning para analizar grandes volúmenes de datos y prever cambios en la demanda.
Flexibilidad en la Producción. Mantén una capacidad de producción flexible que te permita aumentar o disminuir la producción rápidamente en respuesta a cambios en la demanda.
Gestión de Inventarios. Utiliza sistemas de gestión de inventarios que te permitan mantener niveles óptimos de stock y evitar excesos o escasez.
Monitorización de Tendencias. Sigue de cerca las tendencias globales y locales que puedan afectar la demanda, como cambios económicos, sociales y tecnológicos.
Colaboración con Proveedores. Mantén una comunicación fluida con tus proveedores para asegurar una cadena de suministro ágil y reactiva ante cambios en la demanda.
Planificación a Largo Plazo. Desarrolla planes estratégicos que consideren diferentes escenarios futuros y establezcan acciones concretas para cada uno de ellos.