Hemos aceptado ampliamente que cuando hablamos de publicidad hablamos de estereotipos, incluso si no hablamos de publicidad también hemos aceptado que al referirnos a modelos sociales estamos aplicando los estereotipos. Y puede que según el principio de Walter Lippmann estos sean necesarios para nosotros para resumir todo lo que nos rodea..pero y si en la sociedad actual ¿ya no tenemos miedo a hablar de todo lo que nos rodea?
Quizás hoy en día, acostumbrados a la información constante, a la comunicación global y a los medios sociales las personas necesitemos ampliar lo que somos capaces de procesar y está claro que algo está pasando tanto en el ámbito publicitario como en la vida.
¿Qué está pasando?
Si creíamos que los férreos cánones de culto al cuerpo hasta ahora sobre- expotados por los anuncios, como el modelo de mujer delgada y el cuerpo de hombre atlético iban a ser eternos, definitivamente no andábamos errantes del todo, si bien nunca se sabe, a lo mejor algún día dejan de ser utilizados, al menos por ahora siguen estando muy presentes en la escena publicitaria. Sin embargo, sí que podemos confirmar, desde hace algunos años, como ya hemos apuntando en este blog de marketing sostenible en otras ocasiones, que estos estereotipos están perdiendo parte de su protagonismo global, poco a poco, para dar pie a la aparición de otros muchos modelos de mujeres y hombres.
¿Quién no ha oído hablar ya del fofisano? Este concepto que designa a un hombre que luce tan felizmente su tripita, y que ha sido estandarizado como algo normal entre el mundo de los personajes famosos gracias a la figura del oscarizado Leonardo DiCaprio.
O en el caso femenino, contamos con el término gordibuena, si bien el concepto no es nada nuevo, puesto que existe desde años ahora ha tomado un nueva dimensión. El término se ha hecho eco en numerosas publicaciones literarias y del mundo de la moda. Eso sí, no está exento de polémica, muchas mujeres defienden que mientras para al hombre se le exige que esté saludable, el nuevo término que designa a la mujer lleva la coletilla de “buena” es decir, gorda sí pero debes seguir teniendo un aspecto que guste, por lo que esta nueva figura no escaparía a las reglas de lo que socialmente se considera bello.
Y es que la moda y por ende la publicidad se ha adaptado a las mujeres “curvy”, “petites” y “tall” abriendo su escaparate a esas nuevas representaciones, pero ¿estamos ante términos responsables y de verdadera igualdad?
Las últimas noticias nos indican que no es oro todo lo que reluce, ya que hace unos días dos grandes cadenas estadounidenses censuraban un anuncio protagonizado por famosas modelos de tallas grandes, la campaña se llama #ThisBody y pertenece a la marca Lane Bryant.
Como hemos podido observar, básicamente lo que la firma pretende con la campaña es defender a las mujeres de todas las formas y tallas, pero no ha sido censurado por lo que sabemos hasta ahora por indecente y lo que más asusta de este extraño filtro de moralidad es que no es la primera vez que estas modelos son víctimas de la censura.
Esto nos demuestra que todavía queda mucho por hacer, pero a la vez nos habla de marcas que empiezan a apostar por enseñar mucho más que la delgadez extrema y la oda permanente al narcisismo a la que nos tenían acostumbrados.
Y hay más marcas, en este caso nos vamos al lado masculino, que empiezan a apostar por otro tipo de belleza, es el caso de la conocida y antaño denunciada AXE, en lo que parece que será su renovada propuesta por un camino más responsable.
Pero también hay quien se suma a lo que venían haciendo marcas como Dove en favor de la belleza real, como es el caso de Neutrógena, quien ha lanzadosu campaña en favor de las mujeres que pueden conseguir lo que quieran.
Estos son pequeños avances hacia una responsabilidad de los mensajes que nos llegan, sin embargo el cuerpo sigue ocupando una gran parte de nuestras vidas, en palabras de la bloguera Ana Pizarro, autora del blog “The Big Duchess” los estereotipos son siempre excluyente. Ella misma habla de la moda de definir a unas mujeres como reales frente a otras irreales, concluyendo que todas son reales, cada una lo es desde su propia definición. *Podéis leer el artículo entero en http://blogs.smoda.elpais.com/thebigduchess/hola-a-todos-2/
Así que seguiremos manteniendo nuestra preocupación por avanzar en materia de igualdad y representación digna. En este sentido conviene prestar atención a la campaña que nos hemos encontrado también en la publicación S Moda, se llama #TheWomanNoObjects y no ha pasado inadvertida para nosotros, ya que nos recuerda lo peligroso que es convertir y situar a la mujer como objeto en la publicidad y en los medios de comunicación, y de las terribles consecuencias que estos mensajes provocan en la percepción pública y en el propio bienestar de las mujeres. Y hacen un llamamiento a la acción y a la defensa de la imagen y la vida digna de las mujeres, libre de violencia.
Una petición que sin duda sigue siendo una necesidad y una responsabilidad, no sólo los profesionales de los medios y las marcas, sino para la sociedad en su conjunto, para que de una vez podamos vivir en paz.
Cristina Sanabria Lagar: Soy una cuidadosa y sensible investigadora de la comunicación responsable, social y ética; de la publicidad y el marketing sostenible. Lidero un proyecto en el que defendemos una forma de trabajo que no sólo puede hacer del mundo un lugar mejor, sino también ayudará a diferenciar a tu empresa y elevar su valor.
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Esther (lunes, 21 marzo 2016 09:23)
Sensacional artículo Cristina. A veces parece que está mal visto que en publicidad salgan personas guapas. ¿Qué piensas?
Cristina Sanabria (lunes, 21 marzo 2016 09:38)
Buenos días Esther, gracias por tu comentario. Sabes eso que dicen que "para gustos los colores" o nunca "llueve a gusto de todos" pues esto de la publicidad es un poco igual, habrá anuncios que gusten y al igual, como tú dices los propias personas que los protagonizan pueden encantarnos o no. Yo creo que estamos cansados del abuso de esos estereotipos de mujer y hombre, con rasgos occidentales, pelo de un determinado color, una cierta figura, etc. porque no todo el mundo es así, el mundo es mucho más rico y heterogéneo que lo que nos ha mostrado la publicidad años atrás. En mi opinión, lo que queremos las personas es identificarnos con los mensajes que nos llegan o en cierta manera emocionarnos o que nos hagan sentir algo, incluso enseñarnos.. y si no son capaces de crear esta conexión con nosotros desde luego no nos van a enamorar. Yo creo que más que fijarnos en si los protagonistas de los anuncios son más o menos guapos (ya que la belleza es algo realmente subjetivo) los consumidores debemos pedir que la comunicación sea responsable, ética y sostenible. Una publicidad capaz de respetar a todas las personas, capaz de promover la igualdad será capaz de gustar a todas las personas, porque al final lo que anhelamos por encima de la belleza es la justicia social.