El branding está cambiando, como siempre, solo que esta vez lo tenemos que hacer a mayor velocidad. Los más puristas pensaremos que las marcas son un concepto moderno, que surgieron a principio del siglo XX aproximadamente, pero algunos argumentarán, no sin razón, que llevan miles de años de recorrido. Desde los antiguos egipcios que marcaban su ganado o su marca en las canteras, pasando por los alfareros de la Antigua Grecia que firmaban sus trabajos, o todos los símbolos religiosos que se exaltaron especialmente en la Edad Media en Europa. Sin olvidar claro la Revolución Industrial seguida del diseño gráfico que trajo el concepto formal a lo que hoy conocemos como marca.

A mediados del siglo XX algunas empresas se dieron cuenta de que la tecnología las estaba igualando en sus procesos de fabricación y que así sería difícil diferenciarse de marcas similares. Si eso era antes imaginaros ahora. Estas empresas entendieron que la disciplina de la gestión de marcas era la solución a estos problemas, es decir, el branding. Había que desarrollar o aprender técnicas que les permitieran dirigirse a los clientes y crear experiencias.

¿Cuál es el siguiente paso?

La transparencia y la personalización en masa. No queremos jugar a pitonisos, es algo que ya está aquí desde hace un tiempo y hay que dar respuestas a las demandas.

La transparencia. Es el siguiente paso tras la herida abierta de los falsos casos de RSE, los consumidores tenemos que tomar el relevo, exigir una respuesta precisa y en tiempo real sobre lo que están haciendo las empresas y actuar en consecuencia. Las marcas que luchen contra esta trasparencia no lograrán sobrevivir, porque hoy más que nunca la honestidad va a recorrer un largo camino.

Personalización en masa. Lo difícil es encontrar ahora una marca que no te permita configurar sus productos. Desde los coches Mini hasta las zapatillas de correr Asic, mientras más posibilidades tengamos de añadir nuestras ideas a un producto o servicio básico, más atraídos nos sentiremos por ellos incluso estaremos dispuestos a pagar más.

Para Harca, que hemos trabajado en la creación de algunas de las marcas más interesantes del último año, entendemos que los nuevos roles son una extensión de lo que ya hacíamos desde esta Agencia de Marketing Sostenible de Extremadura. Actualmente , los diseñadores de marcas tenemos que tener evidentemente un conocimiento muy alto de diseño y la capacidad de crear sistemas y reglas que los equipos de las empresas con las que trabajamos y los clientes puedan entender y aplicar para producir diseños similares. Es decir, que ahora los diseñadores de marcas y sobre todo las agencias que creamos marcas sostenibles, no nos perdemos en hacer grandes libros de marcas con todos los usos posibles de tu imagen, donde a través de páginas y páginas te vamos indicar lo que puedes y no puedes hacer. Ahoramás que presentar trabajos terminados, creamos unas guías de estilos que con nuestra ayuda el cliente puede identificar y usar para describir los elementos básicos necesarios para que un concepto de diseño, una página web, un logotipo, un diseño de interiores, un libro, un packaging o casi cualquiera otra cosa tenga éxito. Las reglas claras serán la clave para que el sistema haga su trabajo de marca.

Como conclusión, el branding sigue y seguirá en evolución porque así lo hacen los consumidores.

Las agencias de Branding tenemos que adaptarnos a esta nueva realidad, aunque en nuestro caso nacimos ya con esta idea bajo el brazo, desde un principio adoptamos esta nuevas oportunidades y entendimos las posibles aplicaciones. Creemos que es requisito imprescindible entender que el branding está cambiando rápidamentey que lasmarcasse mueven en la siguiente dirección:

En la forma de desarrollar sistemas que permiten a los clientes co-crear productos altamente personalizados y ejercer su liderazgo en las comunidades. Las marcas trabajan para hacer ver que existe algo más grande que nosotros mismos y por lo que vale la pena cambiar, en definitiva se trata de trabajar por alcanzar la sostenibilidad.