Ya todos los sabemos, en el actual clima de negocios, una cosa destaca: todas las reglas están cambiando. Todo lo que hemos estado dando por sentado ya no puede ser tomado en serio. Sobre todo en lo que tiene que ver con los consumidores. Presunciones sobre la familia, el género o la etnia han desaparecido por cambios de dirección demográficos. Hitos tradicionales sobre la educación, las profesiones o la jubilación están siendo cuestionados.
¡Qué gran oportunidad para las marcas!
Para la mayoría de las marcas, reexaminar constantemente todo aquello que los consumidores quieren y utilizarlo para trabajar y encontrar un nuevo camino a seguir es la mayor oportunidad que se le ha presentado nunca a las marcas.
Más que nunca, los consumidores quieren respuestas frescas y nuevas soluciones. Las marcas tienen una oportunidad sin precedentes para traer algo mejor a al terreno de juego. Así que aquí hay cuatro consejos de administración de la marca para el mercado de ahora en adelante.
En primer lugar, abrazar la incongruencia. Combina elementos inusuales, reinventa la categoría de tus productos o servicios y sus límites. Una de los pensamientos que nos ayudaron a crear Harca Marketing Sostenible fue precisamente Marchel Duchamps y su empeño de reinventar las categorías de los objetos. Algo así tuvo que pensar Renova ¿Por qué no un elegante papel higiénico, divertido y desenfadado? O ¿Por qué no disfrutar obras de teatro durante el pesado viaje en el metro de Madrid? ¿O quizás un carnicero vegetariano?
En segundo lugar, priorizar el proceso por encima del producto. Esto no quiere decir que el producto no sea importante, ¡es vital!; Pero la tecnología nos iguala a todos y la funcionalidad se dan por sentado. Se trata de reconocer que los consumidores cada vez se preocupan más sobre la forma en que son tratados. Tomemos por ejemplo el caso de Apple, entras en sus tiendas y los empleados te ayudan y asesoran. Llamas y siempre hay un operador con una solución. O el caso de Asos, que han superado no tener establecimientos físicos con una cuidada atención del consumidor desde el primer minuto de tu interacción con su web, ofreciéndote descuentos especiales, asesoramiento casi instantáneo en tu idioma, y facilidades en el envío y devolución de tus compras.
Durante todo este proceso, hay una cosa muy clara que se debe tener en cuenta: Los consumidores no quieren relaciones con las marcas. Quieren relaciones con otras personas, por lo que las marcas que querrán son las que favorecen o celebran el compromiso interpersonal. Este es también el principio rector de las redes sociales, a saber, compartir contenido no es lo mismo que compartir nuestro contenido.
En tercer lugar: Escuche todo lo que le digan aunque no le cuadre. Otorgue el beneficio de la duda a cuanto escuche, quizás la solución esté allí. Cuando comenzó Ben & Jerry, todo el sistema empresarial le decía que redujera costes, pero ellos escucharon a unos pocos de sus clientes, que precisamente les compraban por su ética empresarial. Hoy en día nadie pone en duda que su método poco ortodoxo funcionó.
Por último, haz feliz a la gente: Es cierto que esto parece caprichoso, pero es totalmente serio. Los psicólogos sociales, los macroeconomistas y los gobiernos nacionales de todo el mundo están tratando de idear nuevas métricas - Medidas más allá del PIB. Ya hablamos de ello en algunos de nuestro blog: HAPPY PLANET INDEX: Medir la calidad de vida sustentable. Tal vez las marcas no pueden mejorar la sensación general de bienestar de una persona, pero las marcas sin duda pueden hacer mucho más que conformarse con la satisfacción del cliente. Los consumidores estamos dando a las marcas permiso para hacernos llegar a la felicidad, y eso es lo que Coca-Cola o Campofrío están haciendo. Consumidores felices hacen clientes leales, no a la inversa, es necesario por tanto un intercambio de las prioridades, que defina el nuevo espíritu de la época y de la conexión con los consumidores.
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