Hoy, Día Mundial de la Justicia Social queremos aprovechar para recordar que en nuestras manos está el poder para provocar la transformación social. Al hablar de justicia social se engloban aspectos como la erradicación de la pobreza, la igualdad entre hombres y mujeres, los derechos laborales y el derecho a una vida digna. Por todo ello, es imprescindible que busquemos los caminos que nos capaciten para llevar esta justicia a todos.
ONGAWA: Ingeniería para el desarrollo humano
Si decidiéramos tratar sobre tecnología y el potencial de sus aplicaciones, tendríamos que escribir varias partes para abarcar todos los maravillosos avances que se han producido. Pero pensamos que lo más fabuloso de todo el asunto se produce cuando la tecnología se destina a conseguir la justicia social. Y esto es exactamente lo que hace y por lo que trabaja ONGAWA. Esta organización sin ánimo de lucro surge, cuando en 1990, un grupo de estudiantes y profesores de la universidad Politécnica de Madrid deciden poner sus conocimientos al servicio de los países más necesitados.
Desde entonces, lo que comenzó siendo una asociación universitaria ha pasado a convertirse en una red de profesionales y colaboradores cuya mayor característica, además de su servicio al desarrollo, es la especialización.
A pesar de haber crecido, como decimos, no ha perdido su condición de proyecto asociativo, cuenta entre sus filas con 1200 socios, 400 voluntarios y un equipo de 70 profesionales, en torno a una red de alianzas y materializado en plataformas.
Siempre decimos en Harca cuanto nos gustan las ideas sostenibles que nacen de los ciudadanos que serán el mañana, es decir, los estudiantes, y ONGAWA tiene como estrategia permanente la relación con los universitarios, y contribuye a la sensibilización por universidades más ciudadanas, que se traduzcan en personas más concienciadas.
Pero no sólo las universidades y los estudiantes tienen un papel destacado en el trabajo por el cambio social. Otro de los actores principales son las empresas, ellas son claves para lograr con éxito una transformación social y justa. ONGAWA trabaja la medición de la huella social de estas organizaciones, destacando que son los logros sociales y medioambientales más importantes y destacados que los propios valores de la empresa.
Más de una vez hemos utilizado el término ADN de la empresa para explicar cómo la responsabilidad social tiene que estar en la misma esencia de la empresa, si no es así, si es de cualquier otra forma, como el querer aparentar no habrá transformación. Como consecuencia, medir los logros es una de las mejores formas de verificar si lo que hace la empresa en favor de un mundo mejor está siguiendo el camino correcto. Y por supuesto, además de verificar, comunicar.
Si profundizamos en los tres actores de los hemos tratado hasta ahora, ONG, universidades y empresas, nos daremos cuenta que en el centro de estas organizaciones se encuentran las personas y es así como ONGAWA entiende el cambio:
La persona el motor del cambio, cada persona es capaz de inspirar y motivar el cambio y esta organización es el encuentro entre personas que suman energías en un proyecto de cambio social basado en los derechos humanos.
Personas trabajando por un mundo más justo:
La ONG lleva a cabo su labor a través de las siguientes áreas especializadas:
- Agua y saneamiento, entendiendo el derecho de cualquier persona al agua y saneamiento
- Tecnologías de la Información y la Comunicación como paradigmas del desarrollo, a través de un sistema de fortalezas y capacitación.
- Energía: electrificación de zonas rurales en vías de desarrollo, biocombustibles, etc.
Los países donde está llevado a cabo proyectos en estos ámbitos son Mozambique, Nicaragua y Perú. En España, las actividades se centran en la educación para el desarrollo, la sensibilización y la movilización.
Es importante señalar que sería imposible articular estos proyectos sin unos principios sostenibles, en el caso de la ONG sus valores y fundamentos más importantes son la independencia, el diálogo abierto, el respeto a los Derechos Humanos, respeto de los derechos laborales, respeto por la igualdad entre hombres y mujeres, el respeto al medio ambiente, garantizar siempre la salud pública y por supuesto, la lucha contra la corrupción.
Finalmente, trabajar por la capacitación de las personas más pobres, ayudarlas a mejorar su vida y contribuir a crear conciencia ciudadana es trabajar por la justicia social
Personas y tecnología por el desarrollo social
El lema de este día es poner fin a la trata de personas y al trabajo forzoso
Cuando pensamos en los problemas sociales tan graves que se sufren en el planeta resulta triste, arduo y desilusionante. Pero hay que quedarse con el pensamiento de que con esfuerzo, voluntariedad y a través de la cooperación, denunciando los abusos, trabajando por el desarrollo sostenible es posible hacer de este mundo un lugar mejor. Recordando siempre que la persona está en el centro y que ella tiene el poder para cambiar las cosas. Así es como lo entendemos en Harca Marketing Sostenible y también creemos en el empoderamiento del ser humano como la vía esencial para empezar a recorrer una realidad de justicia social.
Cristina Sanabria Lagar: Soy una cuidadosa y sensible investigadora de la comunicación responsable, social y ética; de la publicidad y el marketing sostenible. Lidero un proyecto en el que defendemos una forma de trabajo que no sólo puede hacer del mundo un lugar mejor, sino también ayudará a diferenciar a tu empresa y elevar su valor.
Escribir comentario
Javier (martes, 29 diciembre 2015 10:11)
Buen artículo y encima guapa. Saludos desde Ecuador!!