Todos conocemos las tendencias: aumento de la población, crecimiento del consumo, agotamiento de recursos, aumento de la desigualdad, la escasez de agua, el cambio climático, etc. Parece que en estos momentos nos encontramos en un punto de inflexión.
En Harca Marketing Sostenible estamos totalmente convencidos de que las marcas pueden jugar un papel muy importante en la construcción de un futuro sostenible para la humanidad de al menos dos maneras:
- Podemos hacer nuestros negocios y marcas sostenibles.
- Podemos inspirar a los consumidores para que adopten un comportamiento más sostenible
El movimiento antiglobalización se ha lanzado de lleno contra el concepto de marca, que considera la manifestación más visible, seductora y manipuladora de la empresa capitalista. Pero pienso que los activistas antiglobalización no están realmente interesados en la marcas per se. Para ellos, las marcas no son sino síntomas del sistema capitalista, que mantiene una brutal desigualdad en la distribución de riqueza y que explota y derrocha sin control. Estos argumentos no son insignificantes, no deben ignorarse. Vivimos en un mundo con mucho derroche e injusticia. No debemos alarmarnos si pensamos que las empresas no son ONG filantrópicas, están aquí para ganar dinero. Nadie engaña a nadie.
El error es tratar las marcas como si su única manifestación fuese corporativa y comercial. La influencia, la estrategia y las tácticas del branding ya han pasado esos límites, ahora desempeñan una función destacada y creciente en la política, los países, los deportes, la cultura y el voluntariado.
El otro error es tratar a los consumidores como incrédulos. Si sabemos cómo actúan las marcas, actuaremos en consecuencia y compraremos aquellas con las que nos sintamos más cómodos. Si hay consumidores responsables habrá marcas responsables y viceversa.
Esto supone que la construcción de marcas fuertes no es incompatible con un futuro sostenible. De hecho, es una de las cosas más relevantes en la construcción de marcas. Y es que las empresas ya ven el beneficio de la sostenibilidad.
Veamos algunos de los muchos ejemplos:
La planta de Subaru en Indiana, Estados Unidos, logró su objetivo de ser la primera fábrica de automóviles cero residuos en el país. El 98% por ciento de los residuos de la fábrica se recicla, y el resto se incinera en una planta de energía. Por esta atención obsesiva a minimizar los residuos, un ejecutivo de la planta estima que la compañía calculó el ahorró en 5.3 millones de dólares el año pasado. Este enfoque ha sido también bueno para los empleados. La planta nunca ha tenido despidos y ofrece a sus trabajadores una envidiable variedad de beneficios. Aquí puedes leer el artículo completo
La fábrica de Inglaterra de patatas Lay's de Pepsico, está sumida en un esfuerzo e para desarrollar un proceso de fabricación que recuperar el agua que se evapora de las freidoras. Teniendo en cuenta que las papas son 80% agua, el beneficio será sustancial; la expectativa es que este proceso le ahorrará a la planta más de un millón de euros al año.
Ejemplos de los beneficios que la sostenibilidad aporta a las empresas no faltan, y no solo económicos también reporta beneficios en cuanto a branding y reputación, recordemos que aunque parecidos no son sinónimos.
Ahora, vamos a ver qué pasa con el segundo reto: ¿Cómo pueden inspirar las marcas a los consumidores para que adopten un comportamiento más sostenible?
Una encuesta realizada por Nielsen en 58 países indica que los consumidores socialmente responsables de todo el mundo
están aumentando. El consumidor socialmente responsable está interesado en empresas que tienen un impacto positivo en la sociedad y demuestran el valor que nos dan como seres humanos. Esto indica
la disposición de los consumidores a pagar más por productos, que se nutren de las empresas socialmente responsables.
Por lo tanto, hay una gran oportunidad para las empresas aquí, una necesidad latente de acercarse al consumidor sostenible: para facilitar la transición de los consumidores a un más futuro sostenible y hacerlo para mitigar la subyacente culpa que muchos sienten como resultado de su falta de acción personal. Lo que ocurre es que, como se indicó en el último estudio de 2014 de Havas y Accenture, el 72% de los encuestados manifestaron que las marcas están fallando en su aportación al planeta y la sociedad.
¿Cómo conseguir cambiar esta percepción acerca de las marcas sostenibles?
Del pasado se aprende, pero este no se puede cambiar. A las empresas, hoy más que nunca les interesa el futuro ¿Cómo pueden las empresas hacer que sus intereses coincidan con los de la sociedad? para combatir la percepción que tienen los consumidores sobre las empresas y lo que falla en su aportación a la sociedad, las mismas necesitan reivindicar su responsabilidad ante los problemas acuciantes que tenemos en el planeta. Las empresas deben comprometerse en la búsqueda de soluciones. Toda empresa debe tener un sentido desde el punto de vista económico, pero ahora existen nuevos imperativos. También tienen que ser sostenible a largo plazo, tanto ambientalmente como socialmente. Las empresas lideran la innovación y crean oportunidades que pueden transformar la vida, sabéis por qué, pues porque lo que hace latir el corazón de la empresa es la gente. Si los consumidores y los trabajadores de las empresas queremos alcanzar un futuro sostenible, más igualitario, estamos en el lugar adecuado para hacerlo. Esta es la nueva realidad.
Un mundo que no solo exige que las empresas sean íntegras y trasparentes, sino que, además insiste en que los consumidores sean el auténtico centro.
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cartier replica (sábado, 06 agosto 2016 08:05)
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breitling replica (sábado, 06 agosto 2016 08:06)
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