¿A qué le toca ahora? Parece que a la educación. Lo que vendrá en los próximos 10 años no lo va a conocer nadie, estamos empezando a ver ahora por donde se encamina y parece ser que lo hace al social e-learning o MOOCs

A mí, me encanta estudiar. He estudiado las licenciaturas de Comunicación y de Historia, y un par de máster más, y cursos, siempre que puedo. Pero cada vez más, da más pereza empezar alguno máster nuevo, sobre todos los presenciales, muchas horas, y con profesores que no sabes si te van a dar el contenido que esperas. Por eso, últimamente siempre apuesto por el social e-learning, El último que hice hace apenas un par de semanas mereció la pena, fue este de estrategia y marketing digital. Aunque no era propiamente un MOOCs, la metodología de social e-learning es parecida. Entiendo que la formación online tiene que poder consumirse en cualquier momento. La plataforma tiene que estar en tu PC; en el móvil o en la tablet. Imprescindible es que te permita trabajar en cualquier momento.

¿Qué son los MOOCs? Son cursos Online Masivos Abiertos, que deben cumplir una serie de requisitos:

-Ser un curso: debe contar con una estructura orientada al aprendizaje, que suele conllevar una serie de pruebas o de evaluaciones para acreditar el conocimiento adquirido.

-Tener carácter masivo: el número de posibles matriculados es, en principio, ilimitado, o bien en una cantidad muy superior a la que podría contarse en un curso presencial. El alcance es global.

-En línea: el curso es a distancia, e Internet es el principal medio de comunicación. No requiere la asistencia a un aula.

-Abierto: los materiales son accesibles de forma gratuita en Internet. Ello no implica que puedan ser reutilizados en otros cursos.

Un requisito que desde Harca Marketing Sostenible siempre añadimos, es que en los Moocs siempre es importante que entendamos que es información masiva online y abierta, es decir, que cualquier persona puede Inscribirse un curso y hacerlo. Precisamente lo que enriquece a estos cursos es su carácter masivo y abierto. Hay una serie de vídeos estructurados, que además de sentar las bases sobre ciertos conocimientos, debe arrancar el debate. No es simplemente ver los videos del profesor del MIT, por ejemplo, si no que hay gran cantidad de material complementario que puede enriquecer el contenido.

Los MOOCs no son ver un video, los Moocs, son otra cosa, por eso a nosotros nos gusta más hablar de formación social. Hablando con personas que comparten tus mismos intereses es cuando más se aprende. Esa libertad para poder hacer muchas cosas y poderlas aplicar para lo que realmente estás trabajando es lo importante.

Con esto no queremos decir que lo que se ha estado haciendo hasta ahora, en la Universidad, otros centros de formación o empresas, no sea válido, si no que hay que cambiarlo. Las innovaciones son buenas, pero hace falta que el entorno este preparado para afrontar la revolución.

Así que cabría preguntarnos ahora ¿Pero cuándo llegará? Como decía Tim Berners-Lee, uno de los padres de Internet, Interné llegó cuando tenía que llegar. Y ¿cuándo llegan las cosas? En tecnología llegan cuando hay una confluencia. Cómo no van a llegar los MOOCs a nuestra vida si el número de dispositivos conectados a Internet es ya hoy, como habitantes tiene el planeta.

Vamos a ver, quizás el ejemplo más claro de que esta revolución ya está llegando:

Considere la experiencia de Stamford: El otoño pasado, en esa universidad se impartía un curso de Inteligencia Artificial impartido por el Sr. Thrun y Peter Norvig, (dos trabajadores de Google, que entre otras cosas han desarrollado el prototipo del coche sin conductor, ¡casi nada!). Había 160.000 estudiantes de 190 países inscritos más 200 inscritos para el curso en el campus, pero un par de semanas después de comenzar las cases, la asistencia a Stanford se redujo a alrededor de 30 alumnos, los demás pasaron al servicio e-learning. El curso en la actualidad ha sido disfrutado por más de 77.000 estudiantes.

Pero los MOOCs, como casi todas las tecnologías disruptivas, antes de su consolidación se encuentran con grandes retos a los que enfrentarse, entre ellos:

- Los estudiantes no conocen de antemano la cantidad de tiempo que necesitarán destinar a la realización del curso, lo que genera unas elevadas tasas de abandono.

- Plataformas: todavía no existe una plataforma unificada, No existen unos estándares.

- En cualquier curso MOOCs o social e-learning debe haber una figura, un facilitador, que gestione los debates o solucione dudas. Conseguir profesionales 3.0 es un reto.